miércoles, 10 de febrero de 2010

No mas sapos



De pequeñas a las mujeres se nos enseña a buscar al príncipe azul, crecimos viendo películas como Cenicienta, Blanca Nieves y la Bella Durmiente, donde llega el príncipe azul y salva la historia, ese príncipe que las saca del peligro las libera de las brujas y madrastas justo al final cuando ya todo está casi perdido, llegan a salvar el día

Entonces llegamos a la realidad y pum, inicialmente los hombres son unos sucios que juegan con barro y ni locas nos les acercamos. Luego crecemos se activan las hormonas y hasta ahí llegamos, nos enamoramos y sufrimos vemos como a nosotras o nuestras amigas les dan vuelta o les hacen alguna cabronada. Desistimos de la búsqueda del príncipe azul y en una etapa de revolución femenina decidimos actuar igual que los cabrones con los que nos topamos una y otra vez.


Empezamos a besar sapos. La ventaja de los sapos es que hay muchos y que no hay que reciclarlos los conoces los besas resulta que no tienes celular y no los vuelves a ver. De vez en cuando encuentras un sapo de buena calidad y lo dejas ahí entre los contactos para cuando los ocupes. Mi lema era “el amor si existe solo que no para todos” estaba convencida de que jamás lo encontraría, o que si llegaba seria dentro de mucho tiempo así que me divertiría con mis sapos. Hasta que un día, uno de ellos se convirtió, tal vez no en un príncipe azul en su caballo blanco y con brillante armadura. Pero para mí si lo fue! Hay esperanza, por ahí en la calle hay uno que otro príncipe para aquellas que están “cansadas de besar sapos”.

2 comentarios:

John Paul dijo...

Como que mi mollera salío un poco verde en esa última foto... pero... bueno... jaja!

- aHlE - dijo...

Yo creo que todas tenemos nuestro charquito de sapos, jaja... :P
Pero es cierto que al rato ya cansa andar besuquiando tanto animalejoooo, jeje. ¡Bonita entrada!